Energía en movimiento. 5 pasos para deshacerte de la improductividad Por mínima que sea, cada acción que realizamos tiene una repercusión en nuestro futuro y de nosotros depende invertir el tiempo para garantizar resultados positivos.

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Dice una máxima de la física que bien puede aplicarse a la vida en general: “la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma”. Así, con esa consigna es como podemos comprender a los seres humanos y su gran capacidad productiva.

En los hechos, muchos de ellos imperceptibles, somos una fuente inagotable de energía en movimiento, cada cosa que hacemos, por mínima que sea, tiene una repercusión en el resto del mundo aunque en el terreno profesional, tenemos grandes enemigos de la productividad que muchas veces están asociados a nuestras propias acciones de autosabotaje.

Y es que a pesar de nuestra gran capacidad para crear, los profesionales solemos adoptar actitudes y comportamientos que nos hacen perder minutos valiosos que bien podríamos invertir en mejorar nuestra carrera laboral. Plantear demasiados objetivos o no planear ninguno, ser impuntuales, y gestionar de manera inadecuada nuestra jornada (uso excesivo de redes sociales, internet, teléfono, juntas mal planeadas, etcétera) son algunos de los peores enemigos de la productividad. Por ello, en Jobomas te compartimos algunas estrategias para combatir estos malos hábitos e impulsar tu trabajo de manera positiva.

 

#1. Metas claras

¿En verdad sabes lo que quieres y hasta dónde estás dispuesto a luchar por ello? La mayor parte de las lagunas de productividad sobrevienen cuando no tenemos un objetivo claro y por lo tanto, tampoco sabemos con exactitud cómo conseguirlo, el esfuerzo que requiere y el tiempo que puede llevarnos. La clave entonces es definir una meta y hacerlo con acciones concretas que puedan ser medibles que nos permitan evaluar si el camino que estamos tomando es el correcto para alcanzarla.

 

#2. Acción

Como mencionamos en el punto anterior, la clave radica en las acciones que emprendemos. De nada sirve tener aspiraciones muy altas si no tenemos el compromiso y la motivación que se requiere para llegar a ellas. Si además de una meta clara defines las estrategias para conseguirla tendrás más de la mitad del terreno avanzado.

 

#3. Método

La mayor parte del tiempo, los resultados se generan a partir de que implementamos un sistema o un método comprobado. Es tan sencillo como saber que si deseamos obtener sopa, no basta con mezclar todos los ingredientes de una sola vez sino que hay que seguir un procedimiento hasta conseguirla. Una acción bien planeada acompañada de un método para llevarla a cabo es sin duda, una receta con mayores probabilidades de éxito.

 

#4. Constancia

Es muy fácil iniciar un proyecto, lo difícil es manterse en él hasta consolidarlo e incluso, llevarlo más allá del plan inicial. Las grandes historias de éxito tienen un ingrediente común: la constancia.

 

#5. Adaptabilidad

Es una ley general de vida, los supervivientes no son los más fuertes sino aquellos que logran reaccionar a tiempo y adaptarse a los cambios. Por eso es importante que seas constante en tus proyectos pero también lo suficientemente flexible para modificarlos de manera que se adecuen mejor a las circunstancias. Recuerda que eres una fuente inagotable de creación y que el aprendizaje constante te permitirá ir tomando las mejores decisiones para tu carrera profesional.

 

Por último, te compartimos 4 razones para perder el miedo al fracaso y también te sugerimos echar un vistazo de cuáles son los 5 síntomas de que eres tu peor enemigo profesional.

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