La foto final de Catalunya Banc una vez aprobado el ajuste laboral es la de una entidad con 715 sucursales en la comunidad, un 16% menos que en la actualidad. Así, la entidad que preside José Carlos Pla prevé cerrar 141 oficinas en Catalunya e integrar sus servicios en otras próximas. Adicionalmente, la entidad financiera venderá a un tercero o cerrará las alrededor de 316 sucursales que tiene fuera de Catalunya.

Pese al ajuste, Catalunya Banc seguirá siendo la segunda entidad, por detrás de CaixaBank.

En concreto el banco nacionalizado asegura contar con el 20% de las nóminas de los hogares de Catalunya con 3,6 millones de clientes. Además, la antigua caja de ahorros asegura que el 23% de los autónomos y comercios de Catalunya son clientes.

La estrategia de Catalunya Banc es concentrar oficinas para tener menos sucursales pero más grandes. El 62% de las oficinas tendrá más de cuatro empleados. Obviamente, la estrategia afectará a los municipios más pequeños, especialmente los de menos de 10.000 habitantes, que pueden perder la oficina de Catalunya Banc. En concreto, el banco asegura que dispondrá de oficinas en el 97,5% de los municipios catalanes de más de 10.000 habitantes.

El reparto de oficinas será 498 en Barcelona, 34 en Girona, 53 en Lleida y 130 en Tarragona. En Tarragona la presencia es mayor que en Girona y Lleida porque la antigua Caixa Tarragona forma parte de Catalunya Banc. Además de Caixa Tarragona, participaron en la fusión las cajas de Catalunya y Manresa.

Después del ERE pactado la semana pasada con los representantes sindicales, el grupo mantendrá una plantilla de 4.665 empleados a finales del 2014.

Todo este proceso se sigue con la vista puesta en que la entidad pueda ser subastada. No obstante, la venta no está decidida y dependerá del interés de los compradores y de un informe independiente que se está realizando sobre la entidad. En cualquier caso, la decisión final se tomará después de la adjudicación de Novagalicia.

Fuente: La Vanguardia