Si no se toman medidas en el abasto de petróleo para refinación, se tendrá necesidad de importar hasta 50% de gasolina para satisfacer al mercado nacional, lo que sería equivalente a los niveles del 2010, declaró Miguel Tame Rodríguez, director general de Pemex Refinación, en el marco del XIX Foro de Avances de la Industria de la Refinación, organizado por el Instituto Mexicano del Petróleo.

Tame Rodríguez destacó que a pesar de que el pronóstico de crecimiento anual en la demanda de gasolinas se ajustó a la baja de 3.5 a 2.8%, para el 2017 se tendrá una demanda adicional de 120,000 a 130,000 barriles diarios que tendrá que surtirse del exterior.

El funcionario de la paraestatal también habló sobre el sistema de ductos de Pemex Refinación, de los que dijo se encuentran a 90% de su capacidad, lo que hace necesaria una inversión para reconfiguración cercana a los 3,000 millones de dólares, donde se tienen tres reconfiguraciones programadas, por lo cual el monto de la inversión asciende a 10,500 millones de dólares.

Lo anterior en el contexto de una próxima reforma energética, sobre la que Tame Rodríguez declaró que ésta deberá buscar eliminar elementos que tienen como resultado una “burocracia lastimosa” que amarra a la industria de la refinación y que de realizarse, se tendría un sector más dinámico.

De forma general, el funcionario indicó la necesidad de que la reforma energética dote a Pemex de una mayor autonomía financiera y administrativa.

En la misma línea estuvieron las declaraciones del subdirector de Exploración de Pemex, José Antonio Escalera Alcocer, quien sostuvo que paralelo a la reforma energética, debe definirse un régimen fiscal especial y mecanismos de participación de terceros que privilegie una producción interna importante; no obstante, prefirió no profundizar en ello arguyendo que el asunto atañe a la Secretaría de Energía.

Por otra parte, durante su ponencia, Escalera Alcocer destacó el potencial que tiene el país en la explotación de aceite y gas de lutitas, donde es necesaria una inversión aproximada a los 170,000 millones de barriles para lograr la perforación de 27,000 pozos.

Cuestionado sobre los altos costos que tiene la perforación de un pozo de lutitas en México, mencionó que el primer pozo emergente en el país costó 14.15 millones de dólares; sin embargo, ya se trabaja actualmente con costos de 8 a 10 millones de dólares debido al aprendizaje que ha tenido la paraestatal, esperando alcanzar próximamente los costos de Estados Unidos, que rondan los 5 a 7 millones de dólares.

Al respecto, advirtió que si bien la recuperación de la inversión en pozos de lutita toma de uno a dos años contra los dos meses en que puede recuperarse la inversión en los pozos convencionales, éstos son cada vez más difíciles de encontrar.

Fuente: El Economista