La instalación de una zona franca en algún punto de Bocas del Toro está siendo considerada por autoridades del Ministerio de Comercio e Industrias (Mici) y un grupo de empresarios del área, dispuestos a realizar las inversiones necesarias para su conformación.

Para ello, ya se han efectuado reuniones en las que se evalúa usar un área de dos hectáreas para tal fin en un sitio aún por definir.

Se trataría de la primera zona franca de la provincia atlántica, que complementaría unas 14 más que se han creado a nivel nacional, en las que se han desarrollado unas 98 empresas dedicadas a actividades como manufactura, ensamblaje y exportación, entre otros.

Según el Mici, la creación de una zona franca en la provincia de Bocas del Toro traería múltiples beneficios a la población, como generación de riquezas y evitar la migración de sus habitantes en busca de empleo.

Ilka Almanza, asesora legal del Mici, explicó que en Bocas del Toro las condiciones son propicias para el establecimiento de una zona franca, para lo cual se necesitaría una inversión mínima de 250,000 dólares, entre otros requisitos.

Según el viceministro de Comercio Exterior, José Pacheco, se realizan las gestiones necesarias para que las inversiones extranjeras se concreten en el país y que los inversionistas, además, realicen negocios con los productores nacionales.

Servicios a veleros

Dentro de las estrategias para el desarrollo del turismo existe un segmento que se perfila prometedor. En las islas y cayos de la provincia de Bocas del Toro, cientos de turistas llegan a sus paradisiacas aguas en yates y veleros, en busca de la tranquilidad de las aguas del Atlántico panameño.

Se trata de un segmento de unos 70 veleros que llegan al archipiélago por mes y que generan una gran necesidad de servicios que no encuentran en los alrededores. Esto motivó que cinco inversionistas, entre panameños y extranjeros, se unieran para desarrollar el primer astillero para yates, que estará ubicado en Almirante, a unos 500 metros del muelle donde atracan los barcos bananeros en el distrito de Changuinola.

Se trata del Bocas Yachts Service que, con una inversión por encima del millón de dólares, permitirá darle servicio y mantenimiento a los veleristas, opción que únicamente encontraban en lugares tales como Cartagena y Guatemala.

Los veleros que lleguen al astillero podrán contar con servicios generales de mantenimiento, pintura y acabados, reparaciones y mecánica, y grúas para transportarlos de un lugar a otro. Contará, además, con servicio de alojamiento y restaurante para la comodidad de los tripulantes.

Rubén Chaw, socio local y coordinador del proyecto, señaló que el área donde está ubicado el astillero es ideal para que los viajeros puedan aprovechar la temporada de huracanes, que generalmente no afecta a Panamá, y realizar los mantenimientos necesarios. Se espera que el proyecto esté listo a fines de este año y genere unos 20 empleos directos y decenas de indirectos.

Algunas opiniones

Juan Pablo Lecaro, presidente de la Cámara de Turismo de Bocas del Toro, afirma que la zona franca representaría una inyección económica grande y necesaria para la provincia.

A su parecer, sería lo mejor que le podría pasar a Bocas del Toro, para no depender de un solo rubro que actualmente es la exportación de banano.

Además, asegura que se abaratarían los costos en las zonas cercanas y el Gobierno se vería obligado a mejorar los servicios básicos.

Sobre el astillero en Almirante, Vicente Núñez, tesorero municipal de Changuinola, explicó a Panamá América que la empresa ha tenido que pagar por el relleno del lugar y el uso del material pétreo, así como el 3% del valor del total de la obra que está avanzada.

"Todos estos impuestos redundan en beneficio de la comunidad en temas como aceras, paradas de buses, recolección de la basura y compra de equipos, entre otros, aparte de la generación de empleos directos e indirectos para nuestra gente", sostuvo Núñez.

Fuente: Entorno Inteligente