El paro encareció los alimentos Los bloqueos en las vías retrasaron la llegada de alimentos a las centrales de abastos en todo el país. Los precios de la arveja, papa y zanahoria suben más de 50%.

Compartir:

Durante la última semana los colombianos han sentido los efectos del paro a través de las imágenes de los noticiero y las declaraciones del Gobierno en la radio y la prensa. Han visto cómo campesinos enfurecidos por los altos costos de sus cultivos y los bajos precios de las cosechas bloquean vías, queman llantas y se enfrentan a los agentes antidisturbios que la policía ha enviado para soportar la situación.

Y las consecuencias siguen. A partir de hoy verán cómo tienen que pagar mucho más por los alimentos perecederos que adquieren, principalmente, en las tiendas de barrio y las plazas de mercado. Así comenzó a sentirse el efecto del paro en la mesa, por el alto costo de algunos alimentos; y en los centros de abasto de las principales ciudades del país, por la disminución de camiones que transportan hortalizas, tubérculos, cereales y granos desde el interior a causa de los caminos bloqueados.

En Bogotá, “la cebolla larga ha sido la más afectada por el paro, pues el precio del bulto, que costaba $40.000, subió la semana pasada hasta los $140.000. También se presentó un alza en la arveja verde, pues el bulto pasó de venderse en $150.000 a $200.000; sin embargo, el viernes llegó oferta desde la sabana de Bogotá, permitiendo que bajara a $180.000”, comenta Pedro Triviño, coordinador de precios en Corabastos, la central de abastos de la capital y la más grande del país.

Ese efecto también lo sufrieron otros productos cultivados en el departamento de Boyacá, cuyos envíos no pudieron entrar a la ciudad por bloqueos en poblaciones cercanas como Cajicá y Ubaté (ver página 4). Por ejemplo, el bulto de papa subió de $40.000 a $58.000 y el de la zanahoria ha alcanzado los $30.000.

Por el contrario, alimentos como las frutas (en especial la curuba y la mandarina) no han sufrido alteración en su suministro, como tampoco las hortalizas (lechuga, coliflor y acelga, sobre todo). Lo que no quiere decir que se descarte una subida de precios de extenderse el paro. “Tenemos buenas reservas de granos, pero no descartamos más alzas. Es algo que comienza a inquietar a los comerciantes y los usuarios”, añade Triviño.

Sin embargo, anoche, durante su reporte sobre el estado de negociación del paro, Francisco Estupiñán, ministro de Agricultura, descartó que la capital estuviera sufriendo una escalada en los precios de hortalizas y tubérculos: “Bogotá no tiene problemas de abastecimiento. El sábado entraron 4.000 toneladas de alimentos a Corabastos”.

El Gobierno, por medio de Luis Eduardo Garzón, ministro consejero para el Diálogo Social, afirmó que ha estado evaluando mecanismos con el Banco Agrario, como la revisión de los créditos concedidos a campesinos para otorgar eventuales condonaciones, y con la Asociación Nacional de Empresarios (Andi), entre los que estaría la disminución a los costos de los fertilizantes, para llegar a un acuerdo con los protestantes.

Pero a pesar de la visión oficial, los altos precios también comenzaron a percibirse en plazas de mercado como la de Paloquemao, en Bogotá, donde la libra de cebolla, que se vendía tres semanas atrás a $800, no bajaba ayer de $3.000. Una situación similar ocurría con la arveja (de $2.500 a $6.500) y de papa sabanera (de $800 a $1.400).

La situación es menos grave en Medellín, donde 403 camiones entraron el fin de semana a la Central Mayorista de Antioquia cargando 3.224 toneladas de alimentos. Los incrementos han sido leves y se han producido en alimentos cosechados fuera del departamento, como papa criolla, mango tommy, panela, apio, aguacate, cebolla larga y blanca.

Por su parte, la Central de Abasto de Villavicencio no reportó alteraciones en el suministro de alimentos pero sí alzas en los precios: la libra de cebolla junca pasó de $800 a $2.000; la de arveja, de $1.500 a $2.500; y la de papa, de $400 a $600.

Otra situación se vive en la Central de Abastos del caribe, en Barranquilla, donde el bulto de papa pasó de costar $25.000 a $50.000, mientras que el de zanahoria se elevó de $60.000 a $120.000.

El Dane, muy a pesar del mensaje del Gobierno, ha registrado un aumento en los precios desde el inicio del paro que sólo se acentuaría si manifestantes y negociadores oficiales fallan en el objetivo de llegar a un acuerdo que, de paso, alivie el sobrecosto en el bolsillo de los consumidores.

 

Fuente: El Espectador

Compartir


También te puede interesar